El ex presidente de la Generalitat y prófugo de la justicia española, Carles Puigdemont, le ha soltado varias perlitas como esta "Nadie de la UE reconocería a una Cataluña Independiente" al semanario alemán Der Spiegel. Añadió que lo que más le ha decepcionado es el "silencio" tras la "violencia policial" del 1 de octubre (día de la consulta).
No sé si estará arrepentido de lo que ha hecho con el Próces, pero también ha dejado claro que a día de hoy no le gusta ser la cara visible del movimiento independentista catalán y que nunca ha sido partidario de una ruptura traumática con Madrid ¡Vaya, vaya! Unos meses atrás no le daría crédito a estas declaraciones. A este hombre cuesta entenderlo, cuesta rodarlo y tragarlo ¡Habértelo pensado macho! Contradicción en modo On.
Ya no hay vuelta atrás, Puigdemont y colabores no solo han causado un malestar y un sigma en la sociedad catalana, sino que logró que 618.366 empresas con sede social en Cataluña se hayan marchado (la cifra más alta en nueve años). Cómo podemos digerir eso los que hacemos vida aquí.
Pienso que con estas declaraciones, Puigdemont ha reculado y ha dejado tirado a sus compañeros que están en prisión. Él dice que no va a regresar a España porque aquí no hay auténtica libertad de expresión, que no tiene garantía de un juicio justo y que en Bélgica puede hablar con libertad, sin miedo a ser enviado a la cárcel por un tuit.
El presidente cesado por el 155 también ha querido dejar claro que todo lo que hizo en otoño pasado no tuvo "motivaciones personales". Mi mente ahora mismo recuerda cuando él era ensalzado por sus seguidores como el "mesías" que lograría la independencia de los "Países Catalanes" a costa de cargarse todo a su paso. Me pregunto cómo quedarían de helados sus seguidores al leer estas declaraciones del expresidente de la Generalitat al medio alemán Supongo que decepcionados ¡Vaya tela!
Quiero aclarar que estoy de acuerdo que se le pregunte en un referendo a los catalanes y a los que hacemos vida en esta bella tierra si se quiere o no la Independencia de España, siempre y cuando haya paz y sosiego en el proceso, que sea un referendo legal (para esto de debe negociar con Madrid, inluyendo el pacto fiscal), que sea un proceso transparente, planificado, respetuoso y con un programa de gobierno coherente por parte de los Independentista que una a Cataluña en pos de su progreso y no polarice a la sociedad civil.
No que cuatro mamarrachos con verbo populista y tengan delirios de independentistas, sin planes -solos los personales para enriquecerse- dejen vacías las arcas y huyan como las ratas cuando se hunde el barco.
Cataluña se merece unos buenos gobernantes. He aprendo amar a esta tierra, a su gente y su hermosa cultura. Es rica, pujante, con gente muy trabajadora, con fiestas populares para admirar y paisajes hermosos para contemplar en costa y montaña, más allá de las Bellas Artes que nos pone en bandeja de plata una variada oferta cultura y turística a la altura de las mejores urbes del mundo.
Visca Cataluña. T'estimo molt Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona. He aprendido mucho de vosotros.