En Holanda, los liberales de izquierda, miembros de la coalición de centro derecha en el poder afirman que es preciso actualizar la Ley de Servicios Funerarios (Begrafeniswet) que data de 1869, la cual contiene reglas para los entierros y los cementerios y que tiene solo una enmienda el 7 de marzo de 1991, más moderna en el uso del lenguaje.
Ellos alegan que la normativa debe ser sostenible desde el punto de vista ambiental, atienda los deseos de la gente e incluya las novedades del sector funerario como la hidrólisis alcalina, el compostaje y la criomación del cadáver.
Una de los argumentos que presentan este grupo de políticos al parlamento neerlandés es evitar la emisión de dióxido de carbono, como ocurre al incinerar. La cremación se reglamentó legalmente en 1955, no estaba permitido en los Países Bajos en 1869. Ahora contamina con tanta población mundial.
Otro punto, es permitir que los familiares tengan la libertad de enterrar en una misma urna las cenizas de sus familiares si así lo desean, así como la dispersión de cenizas fuera de los cementerios municipales. Otra enmienda es permitir enterrar a sus muertos a las 20 horas del fallecimiento y no a las 36 horas como marca la ley actual.
Los judíos y los musulmanes son los grandes grupos religiosos que desean enterrar a sus familiares lo mas rápido posible y parar lograrlo actualmente deben pedir una autorización especial al Gemeente (ayuntamiento) de su ciudad.
Las tres novedades son la hidrólisis alcalina, que es una alternativa a la cremación. Consiste brevemente en introducir el cadáver en un cilindro de acero a presión que se llama cápsula de resomación en una mezcla de agua e hidróxido de potasio a altas temperaturas, sin usar fuego, lo que reduce el cuerpo químicamente en cenizas blancas. Al cabo de un par de horas, solo quedan los huesos, los cuales se pulverizan y se entregan en una cajita a los familiares.
Otro de las nuevas formas de enterrar es el compostaje, que consiste en dejar que el muerto se descomponga naturalmente y quede un humus que sirva de fertilizante. Lo más natural que he visto, porque el muerto se enrolla en especie de sudario para ser parte del ciclo natural. Al parecer en ese minúsculo país con 4.300 cementerios más y más personas sueñan con la paz eterna en la naturaleza. Después de su muerte quieren enriquecer la naturaleza y no contaminar. De hecho se permite la compra-venta de urnas biodegradables.
Además quieren un ambiente de descanso para los parientes más cercanos con caminos conmemorativos y recuerdos naturales.
La última forma que quieren incluir en el modificación de la ley es la criomación, que es congelar en nitrógeno líquido al muerto hasta congelarlo y hacerlo pequeños hielitos, luego se vuelve a congelar en la misma máquina hasta que se cristalice, se pulverice con ayuda de vibraciones, se le retiran los implantes dentales y se mete en un cajita ecológica. Veremos si prospera está nueva enmienda en colaboración con las funerarias y los familiares.
En Estados Unidos se les llama cementerios verdes y bosques memoriales. Estamos en el fin de la era de los cementerios tradicionales. Al parecer sí, más ecológicos, más sostenibles.