Meghan Markle es lista. De eso no le queda duda a medio mundo cuando la conoció al hacerse novia y luego esposa del hijo menor de Lady Di y del príncipe Charles, el pelirrojo príncipe Harry.
La mulata californiana sabía donde se metía, ha dado a entender que es un mujer inteligente, emponderada, vegetariana, feminista, divorciada y que aun así quiso ser princesa a priori, de lo contrario no se hubiese lanzado al agua con Harry. Meghan tenía que saber que no solamente se casaba con el tremendo de Harry, sino con una institución monárquica bastante conservadora, clasista y yo hasta diría racista.
A saber cuál es el enfado de Meghan con los Windsor, seguramente nos enteraremos gracias a las diligentes teclas de los periodistas británicos que nos alertaron hace escasos meses sobre la intención de los duques de Sussex de poner tierra de por medio e irse fuera de los perennes focos que alumbran segundo tras segundo a la Familia Real Británica. Los colegas no estaban tan errados, el 8 de enero, la pareja real publicó sendo comunicado a la prensa destacando su intención de abandonar a la familia real, no cobrar más de la Corona Británica y labrarse solitos su camino en Canadá donde fijarán su residencia. Empezaron el 2020 siendo trending topic y haciéndole el feo a la Reina Isabel II. Tremendo feliz año le han dado a la abuela.
Meghan quiere criar a su hijo Archie lejos de su bisabuela real y del rígido protocolo de palacio. Según las malas lenguas quiere que su hijo sea vegano y educarlo sin roles de género, algo que el Palacio de Kensington desmintió antes que el niño naciera en mayo del año pasado. Sin embargo, parece que la hoja de ruta de Meghan es totalmente distinta a la crianza que los Windsor le han dado a su prole.
La prensa británica más amarillista ha llamado "monito" al bebé Archie y a ella "mestiza", entre otras etiquetas que ha molestado a esa nueva familia. A mi solo me llamó la atención las palabras de su enamorado esposo al defender a su doncella de la maliciosa prensa del corazón: "Lo que más miedo da es que la historia se repite.. perdí a mi madre y ahora veo a mi mujer siendo víctima de las mismas fuerzas poderosas". Todo eso está bien si quieren poner tierra de por medio y desaparecer, lo que no me parece coherente es que ellos quieren renunciar a sus obligaciones con la Corona, más no renunciar a los privilegios de ser "unos royals". Canadá ya está en contra de pagar el anillo de seguridad que requiere tener a un Windsor viviendo en su territorio y hasta el Museo de Cera Madame Tussauds retiró las estatuas del matrimonio lejos del resto de los miembros Royals.
Los muy listos registraron la cuenta Sussex Royal meses atrás y por la misma podrían ganar altos dividendos de las actividades filantrópicas y afines que realicen con la misma, además de percibir ingresos por patrocinar marcas de lujos. Ella prefiere ser más “celebrity” que “duquesa”.
La Reina Isabell II ha emitido un comunicado respondiéndoles que no es tan fácil dejar de pertenecer a su FAMILIA y que eso han debido hacerlo de manera "privada" y que por ellos las conversaciones sobre el asunto están en un fase temprana. The Queen literally said No. Cabe destacar que esa monarquía es archiconocida por ser implacable con las "esposas" que no se alinearon a sus roles y designios reales. Ya sabemos como acabó la icónica Lady Di, madre del protagonista de esta historia y abuela del moreno 'Archie".
Lo que si está claro es que el Megxit llegó primero que el Brexit (31-01-2020).