Opciones viables para redoblar la bioseguridad dentista-auxiliar-paciente y convertirlos en enternos seguros.-
Si hay un gremio que está muy expuesto a recibir carga viral del COVID-19 son los dentistas. Trabajar con bocas ajenas no debe ser fácil y en tiempos de coronavirus la odontología se ha convertido en una profesión de riesgo por ser la saliva una de las principales vías de contagio y la proximidad con el paciente a tan solo 30 centímetros.
Es por ello que hemos buscado la opinión de dos odontólogas especialistas en Cirugía Bucal para ahondar en los riesgos y cuáles son los protocolos a seguir en una pandemia para poder reabrir las clínicas odontológicas con la mayor seguridad tanto para el dentista como para el paciente.
De hecho, las clínicas dentales en su mayoría permanecen cerradas tras 70 días de pandemia en todo el territorio nacional. El presidente del Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Cataluña, Antoni Gómez Jiménez, en representación de 600 profesionales sanitarios denunciaron públicamente al inicio de la cuarentenaa que los dentistas han quedado desamparados y completamente desprotegidos por ser los profesionales más expuesto al Coronavirus por el contacto, directo, cercano y continuado con el paciente, por lo cual favorece a la propagación del virus en esta alerta sanitaria mundial.
Icoa Uru González, odontóloga especialista en cirugía bucal, corrobora a los lectores de este portal que efectivamente los dentistas son los profesionales de la salud con mayor riesgo de contagio en primer lugar por la proximidad con el paciente, remarcando que es imposible guardar la distancia de seguridad para realizar los tratamientos.
En segundo lugar, por la nebulización de partículas o micro gotas de saliva que se generan durante un consulta, al realizar tratamientos como higiene y tartrectomia (limpieza bucal clásica), eliminación de caries por el uso de la turbina.
"Es por esto que sin el adecuado equipamiento y medidas de bioseguridad, al atender a un paciente con cualquier tipo de virus, sobre todo el actual, el contagio es inminente. El que corre riesgo es el dentista y su auxiliar. El paciente no tiene ningún riesgo ya que rutinariamente el dentista utiliza mascarilla, uno o más pares de guantes desechables por pacientes, incluso nos cambiamos los guantes si el tratamiento se prolonga más de 30 minutos. La desinfección y esterilización se hace al terminar con cada paciente de forma rutinaria". expone González, quien también hizo un máster en Gestión Sanitaria en la Universidad Camilo José Cela, de Madrid.
Con respecto a los protocolos para la protección del dentista y su auxiliar no se han unificado criterios y cada clínica dental se acogerá a lo que considere conveniente. "Nosotros todavía no estamos autorizados para trabajar. Hay pocas clínicas abiertas, solo para atender urgencias. En la fase 2 si podremos usar la turbina". dice Icoa Uru.
Por su parte Yelitza Patiño Contreras, cirujana bucal expone que con el COVID-19 solo se atienden casos de urgencias: abscesos, fracturas dentales, pulpitis, coronas fracturadas, extensión de dientes en niños por caídas o accidentales, alteraciones de tejido blando.
¨Yo trabajo en un hospital y allí cumplimos guardia de un solo día a la semana para atención de casos de emergencias, mayormente tratamos de medicar y aguantar si es posible el tratamiento para evitar contagios, si tenemos un caso de una odontalgia que podamos controlar con medicación lo hacemos, en caso de los abscesos se tratan con antibióticos y analgésicos. No usamos la turbina ni mucho menos extracción dental y cuando me toca hacerlo (poco) uso mi equipo de protección con todas las medidas de seguridad y se le hace un interrogatorio al paciente si ha viajado o si han estado con pacientes que han llegado de viaje o sintomáticas".
Patiño agrega que el tapaboca es la mejor arma que se tiene para reducir la probabilidad de contagio. "Hasta ahora no se ha comprobado que el sudor de un infectado sea una manera de contagio, solo por la saliva. Es más se han hecho estudios de si existe la posibilidad de contagio por el aire y no se ha llegado a esa conclusión".
Mientras la pandemia continúa el gremio de odontólogos en España sigue alentado a la población a que no olviden cuidar su salud oral, manteniendo las buenas prácticas que incluye: mantener limpios los dientes y las encías dos veces al día y tener la costumbre de pasarse el hilo dental entre diente y diente o usar cepillos interdentales al igual que colutorios.
Algunas protocolos en clínicas dentales como medidas de bioseguridad es preguntar a los pacientes si ha padecido el corona y atenderle cuando tenga dos pruebas negativas consecutivas.
Medidas de Protección en la consulta dental:
Colocación de EPIs, utilizar un calzado sin agujeros y encima colocar calzas desechables; retirar objetos personales del bolsillo de pijama; lavarse las manos con abundante jabón durante 30 segundos; recogerse el pelo y ponerse el gorro; colocarse una bata impermeable o delantal plástico esterilizable o desechable remarcada en cuello, muñecas y cintura; colocarse una mascarilla FFP2 o FFP3 sin válvulas y es recomendable llevar encima una mascarilla quirúrgica y comprobar su ajuste ya que después no se puede tocar; colocarse unas gafas o una pantalla para tratamientos sin aerosoles, además será imprescindible llevar una gafas estacas para tratamientos rotatorios, luego lavarse las manos con hidroalcohol.
Recomendaciones del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia, España.