Diez millones de estudiantes volverán a las aulas el próximo 14 de septiembre tras el parón obligatorio desde el 11 de marzo por la situación de alarma provocada por el COVID-19.
El debate está servido entre los que dicen que es mejor no empezar por la que se va liar, mientras que la otra parte está de acuerdo en volver, pues los niños no se les puede negar el derecho a estudiar. Lo que sobra es mucha incertidumbre, las primeras semanas de cole serán distintas por los protocolos de desinfección y distanciamiento social en las aulas y habrá que decirle a los niños y jóvenes que estén preparados a colaborar con esas dinámicas distintas a lo que están acostumbrados.
Es normal que existe una cierta preocupación por la ola de contagios del famoso virus que salió de Wuhan a infectarnos a todos y que aun no se ha ido, pero si somos conscientes podemos seguir haciendo nuestras vidas tomando las precauciones para no infectarnos con este SARS-CoV-2 que me dicen que es un poco más fuerte que la gripe estacional y que afecta principalmente a personas con inmunodeficiencias.
No hay escolarización ONLINE eficaz para toda la población estudiantil. Al menos de momento, habrá que organizarse y actualizar a los docentes el homeschooling, aunque ese implica muchos problemas de conciliación familiar. Hasta lo que yo sé, hasta ahora ningún país de la bolita del mundo una generación de niños educada de manera online.
Las universidades como Harvard, Cambrigde y Oxford y las españolas como la Complutense, UAB, han anunciado que su próximo curso 2020-2021 será exclusivamente online, algo inédito. Ellos probarán esta modalidad de estudio. Pienso que en España esto todavía no está ni cerca aun en educación infantil, primaria, ESO y Bachillerato; no hay suficientes herramientas digitales para hacer el cambio de paradigma.
La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá ha sido tajante en decir "Las escuelas están abiertas; tiene que ser lo primero que se abra en un país y lo último que se cierre". Allí le doy la razón, aunque no me guste la gestión que ha hecho su gobierno del coronavirus en la primera oleada de la pandemia y sobran dudas de como se gestionará la segunda oleada que se vislumbra este otoño La seguridad de los niños, adolescentes y jóvenes en formación es lo más importante en estos momentos del año.
Se dice que habrá más personal en las escuelas, supongo que han cambiado los protocolos de limpieza en los colegios (no se usaba la lejía) y tendrán varios protocolos de sanidad efectivos si se empiezan a infectar con el cruce de niños.
Algunos sectores critican el hecho de que están prohibidas las reuniones de más de 10 personas fuera y dentro de casa, pero se van a reunir a más de 20 niños en una sola aula. Espero que la suerte esté de parte los niños, una buena ventilación, cordura, sentido común, mucha agua, jabón, buenas mascarillas.
El regreso a clases en septiembre siempre es motivo de ilusión por el reencuentro de maestros, alumnos y compañeros de clases, el estreno de libros nuevos y muchas expectativas por el nuevo curso en general. Este año no tiene que ser diferente debido a la nefasta epidemia. Vamos a hacer un pensamiento positivo y no darle energía ni cabida en nuestras vidas a comentarios nefastos como que el regreso a clases es un caldo de cultivo para propagar el coronavirus. Cancelado y trasmutado.