Comer bichos ¿La nueva normalidad?

Si la moda es comer bichos o lo que pretenden que hagamos en un futuro próximo, apaga la luz y vámonos. 

Me cuesta creer que a la Nicole Kidman le gusten los gusanos, que la Angelina Jolie se mastique las hormigas, saltamontes, escorpiones y las arañas negras, al igual que Eric Zafron, Justine Timberlike y Salma Hayek están convencidos que es dieta saludable y se han convertido en embajadores de la entomofagia. Aparecen en sus redes sociales o en la televisión comiéndose los bichos e invitando con un "haz como yo: es la solución para promover el cambio hacia un sistema alimentario más sostenible para el planeta". Las estrellas de Hollywood harán sus deberes a golpe de talonario o no. 

En Europa ya se puede comercializar con insectos como alimento apto para el consumo humano, la Comisión Europea autorizó la comercialización del grillo doméstico (acheta domesticus), tenebrio molitor (gusano de la harina) y la locusta migratoria (langosta migratorio) en formato: polvo, congelado y seco. Eso si, el etiquetado debe identificar claramente los compuestos y la materia prima de cada alimento. De esta manera, los consumidores pueden identificarlo. 

Sin embargo, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria EFSA ha recalcado que las proteínas de insectos, al igual que otras de otros alimentos, también pueden llegar a causar reacciones alérgicas. Así que no todo es color de rosa en el camino de imponer esta forma de comer proteínas animales alternativas a la carne.

En la misma sintonía de la Agenda 2030 y del Foro de Davos, Bruselas defiende que "los insectos forman parte de la dieta diaria de millones de personas en el mundo y que son una fuente nutritiva con alto contenido en grasas y proteínas".

Insistentemente el Foro de Davos publicó en lo que va de año -desde su Cumbre anual- los "siete alimentos que debes comer para salvar el planeta" e instaba a los restaurantes a "reescribir sus menús" dentro del dictado alimentario que ha emprendido. ¿Qué tal?. En lo particular me parece fuerte este dictado alimentario hecho por Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial a la población. Desde que es mundo, la gente comía lo que cazaba y recolectaba y en la vida moderna compra lo que le da la gana. Nadie tiene que decirle que comer y que hacer con el dinero de su bolsillo. Ahora es una sugerencia que espero y aspiro que no se convierta en imposición. La orden ya está dada de comer bichos.

Golpe al sector primario

En Países Bajos, por ejemplo ya hay problemas con los agricultores por este tema. El parlamento neerlandés aprobó una ley para reducir el exceso de nitrógeno hasta 2030 que proviene de dos fuentes principales: la quema de combustibles fósiles para energía (óxidos de nitrógeno) y el estiércol creado por la industria ganadera (amoníaco y óxido nitroso).

El sector agrícola es responsable de alrededor del 41 % de las emisiones y desde entonces hay una batalla campal entre los granjeros y el gobierno que se niegan a dialogar y hay disturbios en las calles. La contaminación por nitrógeno en los Países Bajos procede sobre todo de la ganadería intensiva para carne y productos lácteos, así como del transporte. Provoca acidificación del suelo y, en las aguas, un proceso llamado eutrofización, que se produce cuando la escorrentía de nutrientes reduce la concentración de oxígeno en el agua y da lugar a un denso crecimiento de las plantas. Los granjeros dicen que no usar el estiércol como abono los conducirá a la ruina o tendrán que vender las granjas (algunas le pertenecen a sus familias desde hace 200 años), algo que según ellos pretende la clase política para acabar con sus granjas y hacer más entornos urbanos. Se espera que las reformas radicales reduzcan las cabezas de ganado y afecten a explotaciones cuyos animales producen gran cantidad de amoniaco.

De hecho, durante las protestas hasta quemaron un supermercado online Picnic, situado en Overijssel vinculado financieramente a la fundación Bill y Melinda Gates, que, en la misma sintonía que el gobierno holandés, aboga por restricciones en el sector primario. Holanda está que arde con la imposición de los progresistas. Se leen en las pancartas "No Farms, No food" semanas tras semanas. 

Entonces, vamos a analizar y a concatenar. Quieren que comamos bichos ya que el ganado produce gases nocivos para el planeta. La que te escribe se cuestiona todo lo que digan las fuentes oficiales. Te quieren hacer creer que comer bichos te alimentará y te hará feliz, así como le hace feliz a la Salma Hayek masticar gusanos y cucarachas. El relato es lo único que importa. Sutilmente te dicen aprended a comer bichos para la hambruna que se avecina.

Este mes de Julio entre la fuerte ola de calor, los granjeros alzados en Holanda también hay que percatarse que los artistas de Hollywood, los "expertos" y los Mass Media se sincronizaron para decirte que comas bichos, mientras que ellos en la intimidad se comerán toneladas de carne: Entrecot, filetes de mingón, peix de vedella, ragut de ternera, ojo de bife, lomo de aguja con cervezas.

Comer un buen filete depende de muchos factores ahora si lo quieres sustituir por bichos debe ser tu libre albedrío. Yo no me imagino pidiendo un kilo de grillos con ensalada por ejemplo. Demasiado progre para mi gusto. Dejémosle los bichos a los reptiles.

Fin