La japonesa dice que el orden de su casa no es prioridad desde que tuvo a su tercer hijo en 2021. Fotos: IG de Marie Kondo.-
La consultora japonesa Marie Kondo se cansó de ordenar y limpiar estancias y anunció a The Washington Post que ya el ORDEN inmaculado no es prioridad en su vida, después de parir tres hijos.
La autora del método Konmari, se hizo millonaria con sus libros y serie de televisión donde daba consejos a la gente de como tener sus casas de revista, mantener el orden en armarios y la casa lo más minimalista posible. Pero todo tiene su final porque la mujer experta en orden se obstinaría de dar consejos que para mi no tengo, como reza el dicho.
Es fácil mantener el orden en una casa cuando no hay niños pequeños, al menos que se tenga ayuda de una asistenta del hogar o seas una obsesa de la limpieza. Cuando sé es madre de niños pequeños no te dará tiempo de vaciar y limpiar tu bolso todas las noches, ni tener todo en orden por más que se quiera.
El método KonMari planteaba ordenar la casa y la vida por categorías y no por lugar de almacenaje. El primer consejo que te daba la soltera Kondo era deshacerte de tus pertenencias, tirándolas a la basura, donándola o vendiéndola. Ella te aseguraba un estado de paz como el nirvana.
Comenzaba por la ropa, luego libros, papeles, luego komono (objetos varios que se pasean por casa sin lugar fijo donde vivir) y por último los objetos de valor sentimental. Ordenar y tirar lo que ya no usemos era su máxima y solo quedarte con lo que te hiciera FELIZ.
La reina del estilo de vida japonés Marie Kondo viene a mi casa y le tengo que llamar a Urgencias del patatús que le dará cuando vea mis pertenencias. Guardo lo inimaginable y no pienso deshacerme ni por asomo, todo lo que tengo me hace feliz. Mi kurashi es mi orden roto.
Lo que sí le tengo que agradecer a la nipona es que aprendí por fin a doblar la ropa y guardarla en poco espacio, hacer maletas eficientes y que me entraran ganas voluntarias de limpiar cada vez que leía su libro "La magia del orden" y`(Editorial Aguilar) el arte de desechar lo que ni sabía que poseía y que ocupaba un espacio en la casa y en mi mente.
¡Bienvenida Marie Kondo al desorden, yupi lero lero!
Fin