No se puede empatizar con un asesino confeso

La actualidad en España en plena época estival está acaparada por el macabro asesinato del médico cirujano Edwin Arrieta presuntamente a manos del cocinero Daniel Sancho en la isla turística de Koh Pha Ngan, Tailandia el pasado dos de agosto.

El clima, los incendios, la escasez de agua, el ERE de Podemos, la baja de uno de los pilares de VOX Iván Espinosa de los Monteros, las negociaciones de los partidos para formar la próxima legislatura, la inflación galopante para adquirir la cesta alimentaria y hasta el documental de Netflix sobre Mario Biondo ha quedado en un segundo plano con el caso de Daniel Sancho.

El morbo está servido porque el asesino confeso es hijo de los actores Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo, nieto del famoso actor Sancho Gracia. Daniel es un joven agraciado físicamente, con un oficio que le gusta, con una vida social bastante bohemia con viajes, amigos y algunos lujos como yates, fiestas y demás. 

Sin embargo, el mismo Daniel ha confesado a la policía tailandesa que asesinó a su amigo Arrieta y lo descuartizó en 14 partes diciendo "Soy culpable". Desde este lunes entró en prisión provisional en la cárcel de Samui, en Tailandia y estará aislado durante 10 días antes de poder recibir visitas. El chico ha cambiado la versión de los hechos varias veces y es por ello que aun los investigadores del caso no han elaborado el primer informe que entregarán al fiscal para poder ir a juicio. El plazo para la entrega de ese informe es de 84 días.

Uno de los hechos que ha sorprendido a los seres pensantes de este país es el tratamiento que se le está dando a la noticia aquí en España de crear una narrativa que favorezca al asesino confeso de "pobrecito el chico en un cárcel de Tailandia y conjeturando que la víctima (que ya no se puede defender) lo tenía acorralado y estresado porque querer tener una relación sentimental con él". Primero se dijo que eran amigos, luego socios, luego amantes esporádicos pero no se sabrá lo que fueron y el por qué terminaron de esa manera tan perturbadora y horrenda. 

Es tan así que Rodolfo Sancho ha pedido disculpas a la familia Arrieta y su hermana Darling Arrieta le ha respondido diciendo que es el padre de un monstruo. Además ella piensa que el nombre de su hermano se está manchando: “Somos una familia muy creyente y esa fe es la que nos mantiene serenos y permite que yo esté levantando la voz por mi hermano. Lo están queriendo hacer ver como el culpable de su propio homicidio, como un delincuente”.

Ella tiene razón, no se puede ver el telediario sin que te dé esa sensación del blanqueo al asesino confeso. Nauseabundo. 

Por su parte, Miguel González, abogado de la familia Arrieta desmintió la información que circula en algunos medios españoles, según la cual el cirujano colombiano amenazaba de muerte o con publicar fotos íntimas con Daniel Sancho si no mantenían una relación sentimental. Según González, la difusión de noticias falsas que desprestigian a Edwin Arrieta son una estrategia defensiva para cuidar la imagen del homicida.

“Aquí Edwin no es el victimario, es la víctima y el argumento que traigan debe pasar a un segundo plano. Tratar de decir ahora que él amenazaba es simplemente un mecanismo defensivo, como lo señalé que van a usar ellos para desprestigiar a Edwin, pero nosotros no podemos distraernos de lo esencial, que es lo macabro del crimen, hubo planeación, sevicia, toda una cantidad de elementos que arrojan que este señor (Daniel Sancho) no lo hizo porque sí, sino con toda la premeditación del mundo” dijo el litigante. 

En otro orden de ideas, la policía tailandesa recoge evidencias y cree tener suficientes para acusar a Sancho de asesinato premeditado, delito castigado con la pena capital. "Tenemos suficiente evidencia y ahora depende del tribunal empezar el juicio", dijo Somsak Nurod a AFP, jefe de investigación de la comisaría de Koh Pha Ngan.

Tras todo lo observado (noticieros, prensa escrita, debates, comunicados de las autoridades, comunicados de la familia, opinión de criminólogos, psicólogos forenses, datos policiales) desde que reventó ese caso, desde estas líneas reiteramos que no se puede sentir empatía por un asesino confeso, que de paso ha hecho algo perturbador, algo que no es muy común, desmembrar y profanar el cuerpo de otro ser humano, por los motivos que sean. 

Perturbador

El criminólogo y escritor Vicente Garrido Genovés ha dicho que los asesinatos con descuartizamiento son infrecuentes por varias razones. Las principales son dos: el coste psicológico que exige a quien lo realiza (hay una comunicación sensorial entre cuerpo y troceador, que ejerce una gran repugnancia) y la complejidad que requiere la limpieza absoluta del espacio posteriormente hacer desaparecer los restos.

No es la primera vez que un español trocea a otro ser humano en Tailandia. El español Artur Segarra cumple una condena de cadena perpetua en una prisión de Bangkok por los delitos de asesinato y descuartizamiento de su compatriota David Bernat en 2016, un suceso que guarda cierta similitud con el caso de Daniel Sancho. Segarra si se libró de la pena capital por una amnistía del rey de Tailandia y en 2024 puede pedir cumplir su condena en España.