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Las alarmas, las alertas, las sirenas y yo

Las alarmas, las alertas, las sirenas y yo

Se trata de la primera vez que se activa este tipo de alerta en España.-

Se trata de la primera vez que se activa este tipo de alerta en España.-

No me llevo bien con las alarmas. Soy diurna y no tengo problemas en levantarme sin despertadores vintage o alarmas de móviles. Así que el único motivo por el que suelo poner una es cuando me voy de viaje muy temprano y temo quedarme dormida. 

Así que por lo general las alarmas no me asustan cuando suenan, como asustan a los dormilones que ponen alarmas interminables que pausan y pausan y hacen contaminación acústica para los que están a su alrededor. 

Las alertas en los móviles en caso de un terremoto, ataque nuclear, inundaciones por lluvias, por deslaves, por invasión militar, por epidemias, en caso de polvo en suspensión y demás las escucharemos cuando los gobiernos crean necesarios informarle a la población para que se resguarden. De hecho, ya se hacen simulacros. 

 ¡No te asustes! 

Hace un par de días estando en Madrid a la hora de la comida, un domingo nublado y pasado por agua la tarde del sábado, los móviles de los comensales empezaron a pitar al unísono con un mensaje de alerta de la AEMET España Nivel 1 de alerta de inundaciones que avisaban del riesgo extremo de tormentas en la Comunidad de Madrid y sugerían no usar el vehículo si no era estrictamente necesario y que la gente permanecieran en sus domicilios atentos a posteriores actualizaciones.

Observé a más de uno asustado, no entendían lo que estaba pasando, mirando el mensaje atónitos, otros los sacaban de sus bolsos para apagar la alerta que sonaba sin pausas. La que te escribe pensó que se trataba de una evacuación del edificio por algún problema puntual como un incendio o ataque de bomba. No me asusté, estaba demasiado cómoda en el sitio y con pocas ganas de irme de allí. De hecho, al leer la alerta di gracias a Dios que me encontraba en un noveno piso con unas vistas espectaculares de la capital donde hasta podía apreciar la lluvia y que por allí no había inundaciones ni riesgo alguno. De hecho, el organismo público tras dar la voz a de alarma, dejó de llover. 

La gente no entendía el significado de la gravedad de la alerta por una lluvia que ya estaba pronosticada. Sin embargo, en Villamantilla al suroeste de Madrid estaba colapsada con la tormenta, así como en Toledo. José Luis Camacho, en calidad de portavoz de la AEMET avisó que "No eran fenómenos de mucha precipitación en poco tiempo, sino ríos de precipitación que podían acumular 100 litros por hora en ciertas zonas de la Comunidad de Madrid" tras los cuestionamientos recibidos por el aviso en masa. 

Tras la lluvia la gente comenzó a hacer su vida normal, mi grupo y yo bajamos y nos disponíamos a irnos de compras por la Gran Vía antes de regresar a Barcelona con la sorpresa de que comenzaron a cerrar las tiendas por recomendación de protección civil y ya no caía ni una gota más. No era necesario ni usar botas de agua, ni chubasqueros.

Solo en la vida me he asustado con una sirena de emergencia que sonaba en toda la ciudad por un minuto y 26 segundos y fue recién mudada a Países Bajos. Ese día estaba sola en casa y era primer lunes de mes, doce del mediodía, la sirena comenzó a sonar sin parar, me saltaba el corazón, yo que he visto tantas películas de la Segunda Guerra Mundial y para más INRI estaba en una ciudad del sur de Países Bajos donde los nazis comenzaron a ocupar a Holanda y tratarlos como esclavos, me voló la imaginación, pensé de todo en ese minuto eterno. Según los neerlandeses el propósito de que suenen en algunas ciudades del minúsculo país es comprobar el buen funcionamiento de la sirena, eso si, si suena un día y una hora diferente a la del simulacro si hay de que preocuparse. Había que familiarizarse con el sonido.

¡Ay los sonidos de alerta masiva! Habrá que acostumbrarse a ellos, unos lo agradecerán, otros lo cuestionarán, otros despotricarán, a otros les salvará la vida. Me parece que los pitidos apocalípticos serán más comunes de ahora en adelante. No te asustes.

Ni tan calvo, ni con dos pelucas. Las predicciones meteorológicas son complejas, muchas veces imprecisas, algunas fallidas. 

Las alarmas, las alertas, las sirenas y yo