Papi hoy se cumplen 48 meses desde tu partida, para ser más precisa 1461 días y aunque el dolor sigue presente, también lo están los recuerdos preciosos que compartimos.
Tu presencia sigue siendo mi guía y mi inspiración diaria. En nuestros momentos juntos, me sentía amada, escuchada, vista, comprendida, y única. Éramos un salvavidas el uno para el otro, encontrando consuelo y fortaleza en cada conversación. Dios lo sabe.
Tu partida dejó un vacío imposible de llenar, pero tu legado de amor y tu espíritu vivirán siempre en mi corazón y en los de mis hijos quienes te conocen bien porque les cuento como me criaste. Te extraño profundamente y siempre te llevaré conmigo. Descansa en paz, papi. Ayer fue el día del Padre en Venezuela, pero te confieso que ya te había celebrado tu día el 19 de marzo.
En ti encontré un lazo eterno y fuerte. ¡Bendición papi!
tu hija
Vero