En cada Torii, un deseo atraviesa entre lo terrenal y lo divino, dejando su huella en el sendero sagrado. Foto: Verónica González M.
Los primeros días de julio, tuvimos la oportunidad de explorar el emblemático Fushimi Inari Taisha, uno de los santuarios sintoístas más icónicos de Japón.
Decidimos caminar hasta la cima del monte Inari, y la experiencia fue tan fascinante como desafiante. El sendero está bordeado por miles de arcos Torii de un vibrante color naranja, que se alinean formando túneles mágicos que parecen transportar a los visitantes a otro mundo.
Cada arco está inscrito con deseos de los fieles, escritos en japonés (y en algunos casos, como el que encontramos, en ruso). Esta fusión de cultura y espiritualidad hace que el recorrido sea aún más significativo. A pesar de la intensa humedad y los 30 grados de calor, el ascenso fue una experiencia bastante placentera. Lo hicimos como una excursión, sin prisas y con mucha curiosidad olisqueando el ambiente.
Las escaleras, aunque empinadas, son bastante amables y se pueden recorrer sin demasiada dificultad. Subir los 233 metros hasta la cima del monte Inari es una aventura en sí misma, con el premio final de unas vistas panorámicas impresionantes de Kioto.
El sendero inicial está bastante concurrido, lo que puede resultar un poco abrumador, pero a medida que avanzas, la multitud disminuye y puedes disfrutar del paisaje con más tranquilidad. Los primeros 500 metros están llenos de turistas, pero conforme subes, los arcos se vuelven más solitarios, ofreciendo oportunidades perfectas para capturar fotografías sin interrupciones.
Al llegar a la cima, encontramos que solo había unas pocas personas allí, lo que nos permitió disfrutar de la majestuosidad del lugar sin aglomeraciones. En la cima, los altares adornados con piedras otsuka, las numerosas puertas Torii y las estatuas de zorros (símbolos del santuario) nos ofrecieron una vista impresionante.
Cada rincón del santuario parece contar una historia, y la atmósfera es a la vez mística y tranquila. Fushimi Inari Taisha es el santuario Inari más importante de Japón y fue fundado en el año 711. Está dedicado a Inari, la deidad de las buenas cosechas y el éxito en los negocios, y su relevancia en la cultura japonesa es profunda.
La experiencia fue mucho más que una simple caminata; fue un viaje espiritual a través de la historia, la cultura y la belleza natural de Japón. Desde las vistas panorámicas hasta la sensación de paz que se siente en la cima, cada momento fue memorable.
Una de las cosas más mágicas de Fushimi Inari Taisha es la sensación de estar caminando entre dos mundos mientras te adentras en el túnel interminable de arcos Torii. Estos arcos, que parecen multiplicarse sin fin, te sumergen en una atmósfera que parece sacada de un sueño. A medida que avanzas por el sendero, el bullicio de la vida cotidiana se desvanece, y es fácil sentir que te adentras en un espacio sagrado donde el tiempo se detiene.
Otra experiencia mística es la conexión con los guardianes del santuario: los zorros (kitsune). Estas criaturas mitológicas, que aparecen en numerosas estatuas a lo largo del santuario, son considerados mensajeros de Inari, la deidad a la que está dedicado el lugar. Según la tradición japonesa, los kitsune tienen la capacidad de transformarse y son portadores de sabiduría. Pasar por estos guardianes es como entrar en un reino donde la naturaleza y lo divino se encuentran.
Además, conforme asciendes por el sendero y la multitud disminuye, el silencio de la montaña y el susurro del viento entre los árboles crean un ambiente casi sobrenatural. En la cima, donde las estatuas de piedra y los pequeños santuarios se mezclan con la naturaleza, puedes sentir una conexión profunda con la espiritualidad del lugar, como si cada piedra y cada árbol estuvieran impregnados de la energía de siglos de devoción.
Fushimi Inari Taisha es más que un destino turístico; es un portal a lo sagrado, un lugar donde cada paso puede sentirse como un rito, y donde el espíritu de Japón se revela en su forma más pura y encantadora.
こちら。近い。神秘的です🤍
El santuario Fushimi Inari se encuentra al sur de Kioto. Fotos: Verónica González M.
Llegar a Fushimi Inari Taisha es bastante sencillo, ya que es uno de los destinos turísticos más populares en Kioto.
Aquí te explico cómo llegar desde diferentes puntos clave:
Desde la Estación de Kioto
Tren JR Nara Line:
Toma la línea JR Nara desde la estación de Kioto y bájate en la estación Inari. El trayecto dura aproximadamente 5 minutos y el santuario está a solo un par de minutos a pie desde la estación. Este es el método más rápido y directo si tienes el JR Pass.
Tren Keihan Main Line:
Desde la estación de Kioto, puedes caminar hasta la estación Shichijo (unos 15 minutos a pie) y tomar la línea Keihan en dirección a Demachiyanagi. Bajas en la estación Fushimi Inari. El trayecto dura unos 10 minutos y desde allí, el santuario está a unos 5 minutos caminando.
Desde el Centro de Kioto (Área de Gion)
Tren Keihan Main Line:
Desde la estación Gion-Shijo, toma la línea Keihan en dirección a Demachiyanagi o Yodoyabashi y baja en la estación Fushimi Inari. El trayecto dura aproximadamente 8 minutos y desde la estación, el santuario está a unos 5 minutos a pie.
Desde Osaka
Tren JR: Toma la línea JR Special Rapid o la línea Yamatoji desde la estación de Osaka hasta la estación Kyoto (unos 30 minutos).
Desde Nara
Tren JR Nara Line: Desde la estación de Nara, toma la línea JR Nara en dirección a Kioto y baja en la estación Inari. El trayecto dura alrededor de 45 minutos.
Consejos Adicionales: La mejor hora para visitar es temprano por la mañana o al atardecer, cuando el santuario es menos concurrido y puedes disfrutar de una experiencia más tranquila.
Si planeas caminar hasta la cima del monte Inari, reserva al menos 2-3 horas para disfrutar del recorrido sin prisas. Fushimi Inari Taisha es fácil de acceder desde casi cualquier punto de Kioto o incluso desde Osaka y Nara, lo que lo convierte en una visita obligada durante tu estancia en Japón.