Las personas nacidas entre 1946 y 1964, conocidas como la generación "baby boomer", crecieron en un mundo marcado por la posguerra y la reconstrucción económica.
El contexto histórico en el que nacieron ha moldeado de manera significativa su forma de gestionar las emociones y los conflictos personales, así como su evolución frente a los retos actuales. Quiero aclarar que las teclas de este post se escriben de manera en general, no identifican a todos los boomers porque cada cabeza es un mundo y como dice Robin Sharma (en su libro La Riqueza que el dinero no puede comprar) tenemos que memorizar el principio PENAM (Padre, Entorno, Nación, Asociaciones y Medios), anacrónico que resumen lo que eres y lo que te ha dado forma como individuo. El principio PENAM es otro tema pero resume la pregunta de si alguna vez te has preguntado cómo has llegado a ser la persona que eres. Os prometo otro post donde me explayaré dando más detalles. Vamos al lío.
Se criaron en un mundo "estricto"
🙅♀️Fingir que no pasó: En la época de ellos existía una fuerte presión social por mantener las apariencias. Los conflictos internos o las tensiones emocionales rara vez se discutían abiertamente, ya que podían interpretarse como signos de debilidad o desunión familiar. Frases como "no hables de eso" o "mira hacia adelante y sigue trabajando" reflejan esta mentalidad de evitar confrontar los problemas emocionales. Mirar hacia el otro lado era la norma.
⛏Enterrar los sentimientos: Expresar emociones abiertamente era un signo de debilidad, especialmente para los hombres, era visto como algo inapropiado y hasta indeseable. La cultura de la época valoraba el autocontrol y la fortaleza emocional, lo que llevó a muchas personas de esta generación a reprimir o negar sus sentimientos. Esto también se debe a la falta de acceso a recursos psicológicos o a la educación emocional, que en ese entonces no formaban parte de la narrativa social.
🙈Resolución práctica de conflictos: La resolución de problemas se abordaba desde una perspectiva práctica, dejando de lado las dimensiones emocionales. El enfoque predominante era "el tiempo lo cura todo" o "hay que seguir adelante sin mirar atrás". Este pragmatismo, aunque efectivo en algunos casos, también contribuyó a perpetuar patrones de silencio emocional.
🤐Influencia del contexto histórico: Los boomers vivieron movimientos por los derechos civiles, revoluciones culturales y tecnológicas, así como la constante tensión de la Guerra Fría. Durante su infancia y juventud, las normas sociales eran estrictas y restrictivas, lo que fomentó actitudes de autocontrol y evitación de la vulnerabilidad.
👨💻Adaptación en la era actual: Enfrentados a una era disruptiva dominada por el cambio tecnológico, la globalización y la digitalización de la comunicación, muchos boomers han mostrado una notable capacidad de adaptación, aunque algunos se resistan. Si bien su mentalidad fue formada en un entorno que priorizaba el silencio emocional, el contacto con generaciones más jóvenes ha llevado a un cambio progresivo. La promoción de la salud mental y el diálogo intergeneracional han jugado un papel clave en esta transformación. No está bien visto reprimir las emociones, ya que se genera un problema mayúsculo no manifestar lo que sentimos.
Una peculiaridad clave de esa generación es su fuerte ética de trabajo y adaptabilidad. Fueron criados en una época que valoraba la estabilidad financiera y el esfuerzo constante, tienden a ser persistentes, dedicados y a priorizar la seguridad laboral.
Este enfoque, aunque admirable, aunque a veces genera tensiones con las generaciones más jóvenes que buscan conciliar la vida personal y laboral.
Otra de sus características es que aunque crecieron en un mundo analógico, muchos han aprendido a manejar dispositivos digitales, redes sociales y nuevas formas de comunicación, demostrando que incluso con una base tradicional, es posible reinventarse en un entorno tecnológicamente avanzado.
Así que se hace muy necesario comprender el trasfondo histórico y cultural de los baby boomers para apreciar cómo las normas de su tiempo moldearon su forma de lidiar con las emociones. Sin embargo, también es evidente que esta generación no es estática: han demostrado flexibilidad y capacidad para evolucionar, aprendiendo de las herramientas modernas para el manejo emocional y adoptando nuevas perspectivas frente a los desafíos de la era contemporánea, aunque algunos les cueste. Pienso que sus padres la Generación Silenciosa han sido más tolerantes que ellos.
Vivimos en un mundo actual donde el concepto de las inteligencias emocionales cada vez más va ganando terreno entre las mentes de todas las generaciones y aunque a los boomers les parezca que les hablen en marciano con este tema poco a poco van captando de qué va eso (empatía, compasión, altruismo etc.) Hay que seguir concienciando. Las nuevas generaciones que son los nietos de los boomers son más flexibles y más inteligentes emocionales.
El “silencio emocional”
La tendencia en esta generación a evitar expresar emociones o a gestionar las dificultades de manera interna y pragmática, sin mostrar vulnerabilidad es porque después de la Segunda Guerra Mundial, se valoraban la estabilidad, la fortaleza y la autosuficiencia y una mentalidad de “seguir adelante”, priorizando la lógica y la productividad sobre la expresión emocional.
Esta forma de manejar las emociones ha influido en su manera de interactuar, a menudo llevándolos a minimizar el impacto de los problemas emocionales o a utilizar mecanismos de defensa como la negación y el desvío de sentimientos. El resultado ha sido un enfoque en la resolución de problemas más que en el procesamiento emocional abierto.
Hoy en día, las nuevas generaciones, como los millennials y la Generación Z, contrastan con este enfoque, mostrando una mayor apertura a la vulnerabilidad y a la búsqueda activa de bienestar emocional resaltando la necesidad de transformar la percepción de los sentimientos en un recurso valioso en lugar de un signo de debilidad. Esta diferencia de enfoques refleja una evolución en la forma de entender la salud mental y emocional, donde la comunicación y la expresión de sentimientos juegan un papel central.
Esta evolución es parte de un cambio cultural en el que la expresión de emociones se considera un elemento clave de la autenticidad y el bienestar.
Para finaliza este post, esta servidora te dice que nunca te avergüences de mostrar tus verdaderos sentimientos ni esconder lo que sientas, así si te llamen intenso o intensa, ni permitas que minimicen lo que sientes en determinados momentos de la vida como en un duelo o momentos pletóricos.