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Simon Gronowski vino a Sabadell para el estreno de la ópera PUSH en catalán

Simon Gronowski vino a Sabadell para el estreno de la ópera PUSH en catalán

Gronowski pisa Sabadell por primera vez para estar en la obra PUSH inspirada en su historia de supervivencia del holocausto nazi. Foto: Sergi Panizo

Gronowski pisa Sabadell por primera vez para estar en la obra PUSH inspirada en su historia de supervivencia del holocausto nazi. Foto: Sergi Panizo

A veces, un fuerte empujón no te derriba, sino que te rescata. Eso fue lo que le ocurrió a Simon Gronowski el 19 de abril de 1943 en el convoy 20 del tren nocturno que llevaba la nefasta ruta Malines (Mechelen) hacia Auschwitz-Birkenau. 

Su desesperada madre, Chana Gronowski, se armó de coraje y valentía y, en un acto de amor, lo empujó fuera del tren evitando que su hijo fuese uno más de la larga lista de víctimas mortales del holocausto nazi, conocida en hebreo como la Shoá. Ella no se pudo salvar. 

Actualmente, Gronowski tiene 93 años, y vino a Sabadell el pasado 26 de enero, para asistir a la ópera PUSH, obra participativa que cuenta su singular historia, esta vez traducida al catalán por J. Sellent, con la puesta en escena de 130 cantores de cuatro coros de Sabadell (Corals Belles Arts de Sabadell, Corals Els Notes, Cor Jove y Cor Ohana de la Escuela Municipal de Música y Conservatorio de Sabadell). Además del Cor Amics de l'Òpera de Sabadell y la Orquesta Sinfónica del Vallés que hicieron un total de 154 personas en escena, todos bajo la dirección de Jordi Cos, Manel Valdivieso, Dani Coma y Buia Reixach.

El barítono Toni Marsol, fue la voz de Simon; la soprano Laia Frigolé, hizo de hermana y el barítono Germán de la Riva interpretó el papel del guardián. 

El peso de la memoria histórica y resistencia

Hoy, Gronowski sigue contando su historia de supervivencia, no sólo para recordar a quienes ya no están, sino para combatir a aquellos que intentan borrar el pasado e inocular el odio entre los seres humanos, abriendo cicatrices.

El pianista belga y superviviente, cuenta que rompió el silencio tarde. Lo narra en su libro "L'Enfant du 20e convoi vers Auschwitz", donde entre otros puntos, argumenta el porqué de su decisión de llevar su mensaje de esperanza como un recordatorio incómodo de que la democracia es una batalla diaria, por lo tanto, no es un estado permanente, si no un derecho que se defiende. 

Sin embargo, nunca es demasiado tarde para contarle a las nuevas generaciones el horror de la guerra y del holocausto nazi en Europa, entre 1939 y 1945. Es por ello, que en 2016, el compositor británico Howard Moody creó una ópera de un solo acto con libreto y música para contar la historia de supervivencia de Gronowski, comisionada por el Battle Festival, en coproducción con Glyndebourne y De La Warr Pavilion, la cual ha sido estrenada en el ROOT 1066 International Festival el 1 de octubre de 2016. 

En Sabadell, se ha estrenado por primera vez con la presencia en el público de Gronowski, en el marco de la clausura de los actos institucionales de Sabadell como Capital de la Cultura Catalana 2024.

Testimonios 

Lucía Herrera, 11 años, estudiante de la escuela de Música y Conservatorio de Sabadell 

Jan López, 11 años, estudiante de la escuela de Música y Conservatorio de Sabadell

- ¿Qué sentiste al conocer a Simon Gronowski en persona?

Lucía: Pues, yo me sentí bastante afortunada de haber podido conocer a una persona que sigue viva y ha pasado por esa experiencia y haber podido hablar con él. Estuve muy contenta, ya que es una cosa que no pasa todos los días y que, probablemente, no le pasa a todo el mundo. Me siento afortunada de haberlo conocido.

Jan: Al principio, me emocionó bastante el saber lo que pasó de pequeño y todas sus tragedias y las oportunidades que tuvo. 

-¿Cómo cambió tu percepción del holocausto nazi al escuchar el testimonio directamente de él?

Lucía: Pues yo, la verdad hasta hace poco no conocía mucho la historia de la Segunda Guerra Mundial y cuando empezamos a hacer la ópera, empecé a investigar un poco. Me leí un libro o dos, le pregunté a mis profesores, a mis padres y fue diferente cuando me lo empezaron a explicar ellos a cuando me lo explicó él. Una cosa es desde el punto de vista de los demás y otra cuando te lo explica el que lo vivió...¿sabes? Que él estuvo allí, es muy diferente y a mi me emocionó la verdad. 

Jan: No sabía tanto su historia, así que me informé un poco porque estaba en primera persona. Hablando con él se me aclararon los hechos y entonces me enteré mejor. 

- ¿Hubo algún momento de su relato que te impactó especialmente?

Lucía: Si, porque yo me pensaba que cuando le tiraron del tren fue diferente y él nos explicó que a él lo tiraron del tren, el tren frenó y se pensaba que la madre iba a saltar, pero no saltó y él se quedó quieto y aparecieron guardias y él se iba ir, pero al final no lo hizo porque sabía que si se quedaba con su madre lo iban a matar. Luego se fue corriendo hacia la otra dirección y estuvo toda la noche corriendo solo. Me impactó bastante saber que estaba solo sin sus padres. 

Jan: ¡Bueno! Cuando lo empujaron del tren y esperaba que su madre saltará y no salto. ¡Claro, eso es un momento muy duro para él!

-¿Qué mensaje quiso transmitir Gronowski?

Lucía: Yo creo que Simon quiere transmitir la paz para el mundo. Quiere contar su historia para que no vuelvan a pasar cosas similares a lo que le pasó a él y que la gente pueda saber que también hay cosas duras y que él vivió unas cuantas y muy importantes. 

Jan: ¡Bueno! Pues todavía pasa eso y es importante que los jóvenes sepan su historia para que no se repita. 

¿Qué aprendiste al haber participado en PUSH? 

Lucía: Yo creo que hacer una ópera como está y teniendo la edad que tenemos y que podamos participar es muy importante. Porque no todo el mundo con 11 años, 12 o 13 puede hacer una ópera y más contando la historia de este señor que vivió una guerra y hoy en día cree en la bondad humana. Estas oportunidades cuando se presentan hay que aprovecharlas. 

Jan: A cantar, a hacerlo un poco mejor y a hacer teatro. 

Estos cantantes y estudiantes del violín participaron en la obra, y sus respuestas fueron un reflejo de la profundidad de esta experiencia. Para muchos, fue la primera vez que se enfrentaban, tan de cerca a la memoria del holocausto nazi. 

Sus palabras mostraron emoción, aprendizaje y, sobre todo, un sentido de responsabilidad. Algunos hablaron de la importancia de recordar el pasado, para que no se repita. Otros expresaron su admiración por la resiliencia de Gronowski. Por eso, todos coincidieron en que esta experiencia les marcó.

Más que una ópera, PUSH fue una lección de historia viva para los asistentes y los participantes de la obra, quienes ahora llevan consigo no sólo la música y la actuación, sino también el testimonio de un hombre quien, a pesar de lo que vivió, sigue creyendo en la bondad humana.

"Nunca he sentido odio, porque el odio al primero que castiga es a quien odia y yo no he sufrido esa enfermedad, pero lucho contra la extrema derecha y el fascismo para que nadie la sufra" zanja Gronowski en Cataluña.

PUSH! (Empuja) es una obra del compositor británico Howard Moody sobre la conmovedora historia del pianista belga y superviviente del holocausto nazi Simon Gronowski.

Dirección musical: Manel Valdivieso.

Dirección de escena: Dani Coma.

Dirección de los coros participantes: Buia Reixach.

Dirección y Coordinación artística: Jordi Cos, presidente de la Orquesta Sinfónica del Vallés (OSV) y responsable de proyectos de innovación y socioeducativos de la Fundación Òpera de Catalunya

En la producción participaron 130 cantores de cuatro coros de Sabadell (Corals Belles Arts de Sabadell, Corals Els Notes, Cor Jove y Cor Ohana de la Escuela Municipal de Música y Conservatorio de Sabadell). Además del Cor Amics de l'Òpera de Sabadell y la Orquesta Sinfónica del Vallés que suman un total de 154 personas en escena. 

El barítono Toni Marsol fue la voz de Simon, la soprano Laia Frigolé hizo de hermana y el barítono Germán de la Riva interpretó el papel del guardián. 

 Hecho único en toda la guerra 

Los bárbaros mataron a mi madre y a mi hermana en las cámaras de gas de Auschwitz-Birkenau; mi padre murió desesperado en julio de 1945 y yo fui el único superviviente. [...] Le di la espalda al pasado, pero nunca olvidé. He querido vivir para el presente y el futuro, el optimismo, la alegría y la amistad. Quería vivir la vida por fidelidad a mis padres. / Rompí el silencio muy tarde. Para delatar a los que afirman que aquello no existió, que no hubo cámaras de gas, ni crematorios, ni asesinatos en masa. Ojalá tuvieran razón: mi familia estaría viva. Estas personas son peligrosas: niegan los crímenes de ayer para cometer otros mañana. Debo contar mi testimonio y quien oye a un testigo se convierte en testigo a su vez. [...] Hablo en nombre de todas las víctimas de todas las barbaries. Hablo especialmente para los niños de hoy en día, hombres y mujeres del mañana, y para todos los pueblos de la tierra. Deben conocer la barbarie de ayer para defender la democracia de hoy. La democracia es una batalla diaria. Este es un mensaje de esperanza y felicidad. Yo que he perdido a mi familia, víctima del odio criminal, no mantengo odio. A pesar de los trágicos sucesos de ayer y de hoy, tengo fe en el futuro porque creo en la bondad humana. ¡Viva la paz y la amistad entre los hombres!

Simon Gronowski

Gronowski se considera antofascista, antiracista y optimista, lucha también contra la extrema derecha israelí.

Gronowski se considera antofascista, antiracista y optimista, lucha también contra la extrema derecha israelí.

BIO

Simon Gronowki

Nació en Bélgica el 12 de octubre de 1931

Hijo de madre judía lituana y padre polaco.

Abogado, músico y ateo.

Ama el jazz y toca piano.

Casado, dos hijos y cuatro nietos.

Estuvo con 11 años de edad, un mes en la cárcel de Sainte-Amaline con su hermana y su madre

Se salvó con 12 años de Auschwitz cuando tres jóvenes de la resistencia habían atacado y detenido el tren y abrieron un vagón, liberaron a 17 personas, aunque su madre lo empujó a él en otro vagón. Esa noche lograron escapar 233 prisioneros. 

Su madre se llamaba Chana Gronowski y su hermana Ita Gronowski. 

La obra PUSH tiene tres momentos: cuando los nazis lo separan de su hermana, cuando su madre lo empuja del tren y cuando uno de los nazis llamado Hans-Jürgen Förster (miembro de la SS) que le metió en el vagón fue a pedirle perdón en 2013.