Abril me despierta con su frío riquísimo,
ese que caricia, pero también sacude
como un recordatorio de que todo sigue
de que el sol se asomará...pero aún no.
Sant Jordi, llenará las calles de libros,
y de rosas que cuentan historias sin palabras
y yo, como cada año, buscaré
ese título que me encuentre a mi.
Semana Santa traerá su pausa a medias,
porque entre la fe y el incienso,
también hay correos que responder
y proyectos que no esperan.
Las horas se apilan, los días corren,
abril no tiene pausa
pero en cada jornada intensa y decisiva
hya un destello de vida que lo equilibra todo.
VGM