Hoy mirando el par de arces mojados que cobijan mi balcón, mientras tomaba una manzanilla calentica vespertina hice mi particular reflexión sobre los propósitos trazados al inicio de 2010. Por supuesto, me enfoqué en los que se materializaron y los que están en vías. La quejadera por los que no se lograron pasaron inadvertidos por mi mentecita. Eso es signo de madurez y de mi crecimiento personal. Este año decidí abolir mi carácter quejumbroso y ver el vaso medio lleno en todas las circunstancias. Resultado: Positivo al cuadrado. Buen ejercicio.
También me pasó por mi cerebro como una película los acontecimientos que más me impactaron - el de los 33 mineros chilenos- para mí es la mejor noticia del 2010 por esperanzadora y por el espíritu de fraternidad que puede aflorar en el ser humano en situaciones peligrosas, a pesar de la época tan individualista y competitiva que vivimos.
Ahora bien, hablando de la cotidianidad lo que si he podido notar en los ultimos días es que la gente anda más contenta, más relajada, más sonriente. Los precavidos se han adelantando con sus compras navideñas para ahorrar corres corres de última hora y evitar comprar las sobras. He visto colas inmensas en las administraciones de loterías escogiendo con mimo los décimos para el sorteo especial del 22, ligando que les visite la diosa de la Fortuna.
Muchos trabajadores cobran paga doble y eso les permite darse ese caprichito que tienen en mente. Otros se conformarán con pasar el mes y mejor no hablamos cómo podrán pasarlo los parados (desempleados), sólo aspiro que tengan una cena digna en Nochebuena y mucha fe, porque la crisis pasará. De todos me acuerdo por igual, porque de vez en cuando hay que ponerse en los zapatos del prójimo.
El próximo año comienza y termina un sábado, es el año del conejo en el horóscopo chino. Esperemos que los estragos de la crisis económica mundial se vayan esfumando y comience la recuperación definitiva de los mercados; que el clima mejore en el Caribe, que salga el sol y se acaben de una vez por todas las inundaciones en mi país y en los vecinos.
Nos queda un mes para hacer memoria y cuenta de nuestros actos, de lo que sembramos, de lo que recojimos, de lo que compartimos y lo que logramos con esfuerzo. Eso nos dará paz mental.
Márquese metas en el 2011 que pueda lograr y así evitará decepciones mayores, pero sobre todo confíe en usted mismo y en ese Ser Superior en quien crea. Quiérase y aprenda a mostrar su valía a los demás que eso no es pecado. Y otro consejo más, comparta lo que tiene, que Dios y/o la vida se lo multiplica. Deje los odios, mantenga el entusiasmo en todo lo que haga y sea feliz.