La superpoblada tierra contará con 7.000 millones de habitantes para el 31 de octubre de este año, según el informe realizado por la Fundación Alemana de Investigación sobre la Población Mundial, trabajo encomendado por la ONU. En la actualidad somos 6.856.960.000 (último censo noviembre de 2010).
En el informe se desgrana información super interesante sobre los países donde la gente colabora elevando la tasa de natalidad y los que procuran conservarla por los suelos.
Es curioso como en la India se creen conejos y en Europa las mujeres en edad fértil ya emulan a la osas pandas, es decir, les cuesta reproducirse y por decisión voluntaria. Las razones son muchas pero las principales es el déficit de recursos para el cuidado de los pequeños, inseguridad laboral, estudios prolongados, la poca implicación de muchos hombres y el aplazamiento hasta una edad más mayor para formar una familia. Aunque cada mujer tiene sus propias motivaciones para decidir dar el paso de tener descendencia o no.
Realmente considero que traer un hijo al mundo es trascendental y no se puede hacer por capricho, pero ni tan calvo ni con dos pelucas. Sigue y seguirá la tendencia de sobrepoblación en países pobres y despoblación en países desarrollados. Atrás queda el baby boom (tasa de reemplazo), después de la II Guerra Mundial donde se logró conseguir un equilibrio entre natalidad y mortalidad.
En Europa, la proporción de nacimientos es más elevado en los países nórdicos y del oeste que en los del sur y el este del continente. España tiene los índices más bajos, con una media de 1,3 hijos por mujer. Aquí es muy común ver a una generación de la post-guerra civil que no se reprodujo y se puede observar a muchos ancianos sin descendencia a cargo de sobrinos, y otros familiares. Sino echa un vistazo en las residencias de la tercera edad.
Para el 2050 habremos 9.150.000.000 de habitantes en la tierra según el dossier y en el 2100 romperemos la barrera de los 10.100 millones, gracias a la tasa de natalidad del continente africano y la India, la cual se triplicará en los venideros años, por carecer de planificaciñon familiar y díficil acceso a los recursos para prevenir embarazos no deseados. Sin embargo, en el viejo continente, el decrecimiento de la población no lo para nadie ni siquiera la inmigración. De 738 millones de personas que poblan Europa, en 90 años se reducirá a 674 millones.
Entretanto, China, el gigante asiático, quien mantiene sus índices de natalidad sanas, más no de géneros, en menos de un siglo habrán 500 millones de chinitos menos, pese a su prosperidad económica.
Lo importante es mantener el equilibrio de géneros, pues los desequilibrios siempre son nefastos como pasa actualmente en algunas regiones de China, donde hay más hombres que mujeres y eso ha traído muchos problemas al gobierno comunista, que ha reconocido que por culpa de su súper estricta politica de planificación familiar (de sólo un hijo) dejó al país sin chicas y ahora llueven los hombres. Por eso es habitual ver titulares en la prensa como este "Decenas de hombres chinos no encuentran mujer, causando inestabilidad social". Esto hay que evitarlo y costará años volver al equilibro demográfico. Menos mal que todavía no nos han invandido los extraterrestres, sino seríamos más, ¡es chiste!.