Hoy supimos que al terrorista noruego Anders Breivik sólo le dieron 21 años de prisión prorrogables (pena máxima en el Código Penal Noruego) y le han declarado en su sano juicio y responsable penal de sus actos, echando por tierra las pretensiones de la defensa de declararlo enfermo mental para recluirlo en un centro psiquiátrico o peor aun dejarlo en libertad, minimizando lo ocurrido.
Recordemos que el año pasado el 22 de julio, Breivik asesinó a 77 personas, 8 en el centro de Oslo y 69 en la isla de Utoya durante un campamento de las Juventudes Laboristas, abriendo fuego con los que allí se encontraban tranquilamente acampando. Causó terror en la sosegada Noruega, quienes llorarán por siempre a sus inocentes víctimas. Primero colocó un coche bomba en el centro de Oslo para distraer a las autoridades, mientras iba a la isla de Utoya a hacer realidad sus macabros planes.
Cabe destacar que Breivik, de 33 años siempre ha asumido con orgullo la autoría de la masacre, él declaró que él no estaba loco, sabía lo que hacía y tenía muy claro sus objetivos, castigar al partido laborista de su país por considerarlo culpable del modelo multicultural y pro-inmigración que según él atentaba contra la identidad y supervivencia del pueblo noruego. Se autodefine conservador, nacionalista, masón, admirador del ultraderechista holandés Geert Wilders y admirador del monoculturalismo de Japón y Corea del Sur. Ahh se me olvidaba, también se declaró "caballero templario".
El tipo es cínico, al entrar hoy a la sala pocos minutos antes de conocer el veredicto levantó el brazo derecho en señal de saludo ¿extremista, nazi? al escuchar la resolución solo sonreía irónicamente. Lo que más me indigna es que su defensa solicitaba su puesta en libertad, alegando que Breivik, se encontraba en un estado de "necesidad" para defensar a su pueblo de la "amenaza islámica" .Yo no soy psiquiátra, ni psicóloga, ni socióloga, pero este tipo de seres intolerantes no los acomoda la medicación. No se toleran ni a ellos mismos. Pero en países del Norte de Europa son considerados enfermos mentales que necesitan tratamiento y el Estado se los facilita.
El mes pasado vi un documental en National Geographic Channel sobre los escalofriantes testimonios de los sobrevivientes de Utoya. El horror que vivieron a manos de ese hombre que sí sabía perfectamente lo que hacía es demoníaco. Se sonreía y disparaba, mientras que los chicos no entendian lo que pasaba. Una chica contó como él disparaba a los cadáveres flotantes para cerciorarse que estaban muertos.
La masacre hasta hizo temblar al gobierno noruego de Jens Stoltenberg. El jefe de la polícia Oystein Maeland, dimitió luego de las criticas contra las fuerzas de seguridad por la lenta respuesta de auxilio, mientras se cometían los atentados. Una comisión independiente que analizó la masacre, argumentó que se pudo evitar el coche bomba y atajar más rápidamente al pistolero y así salvar más vidas.
¿Psicópata él?
Mi pregunta es ¿Qué es lo que desata tal crueldad en una persona sin generarle ningún tipo de remordimiento? Es cierto que los psicópatas están en todos lados y es de suma importancia resaltar que estos personajes no son antisociales a simple vista, sino que se caracterizan por su capacidad de adaptarse y alterar su forma rápidamente, como los compara Vicente Garrido (El psicópata, un camaleón en la sociedad actual) con los réptiles, por su gran capacidad de cambiar de aspecto adaptándose al que le resulte más ventajoso.
Una mente psicópata no siente culpa, ni angustia por el daño que causa. No ama a nadie, sabe expresarse con encanto, Posee un egocentrismo descontrolado y el convencimiento de que puede hacer cualquier cosa que quiera, cómo y cuando quiera. Es una persona incapaz de comprender que haya personas que tengan ideas diferentes a las suyas y como considera al otro un simple objeto, entenderemos porque se le hace tan fácil maltratar, lastimar y abusar de los demás y de paso hacerlo con impunidad. Es incapaz de dectectar el sufrimiento humano, es muy observador, calmo en situaciones extremas, cruel, manipulador, frío, orgulloso e incapaz de mantener lazos de amistad con ninguna persona salvo por interés.
El psicólogo Bernardo Stamateas dice que el psicópata simplemente actúa, porque necesita experimentar el vértigo en su vida, ya que todo lo que ha vivido le resulta aburrido; su mente y sus emociones le generan un hambre por vivir cosas nuevas, pero fuera de la lógica.
Poco sabemos de Breivik y su infancia, solo que fue un niño tranquilo que de mayor tenía delirios de grandeza. Entra en las características antes descritas pues no se arrepiente de los ocurrido y tampoco ha mostrado arrepentimiento. No quería una sentencia de locura, sino ingresar a una prisión como otros reos.
La extrema frialdad traduce su sonrisa. No se siente arrepentido y dice que actuó por defensa propia
El criminal dice que tuvo una infancia normal en el seno de una familia de clase media, se crió con su madre enfermera. Su padre era diplomático y se divorció de su madre cuando él era pequeño. Se queja de que tuvo mucha libertad. Los que conocían dice que era un "lobo solitario" desde el 2006, se preocupaba por su aspecto y hacia creer que era tolerante.
Un psicólogo al evaluarlo a los cuatro años de edad se fijo en su sonrisa fíngida y desalentadora, un poco ansioso y que rehuía del contacto con otros. Su papá luego de la matanza no quiere saber nada de él, ha manifestado que siente vergüenza.
Caras vemos, corazones (intenciones) no sabemos. Las apariencias engañan, que Dios nos libre del mal y le de mucha fuerza a esos padres que perdieron a sus jóvenes hijos en Noruega.