La política de tolerancia al cannabis está en peligro de extincion en Holanda
A partir del 1 de enero de 2013, entra en vigencia en toda Holanda el llamado "Carnet de la hierba", una especie de tarjeta de identidad de carácter obligatorio que deben portar los clientes de los coffeeshops que deseen consumir drogas blandas. En el idioma holandés el carnet se le llama Wietpas (Pass Weed).
La medida obedece a excluir a los turistas provenientes en su mayoría de la vecina Alemania, Bélgica y Francia que van a Holanda a comprar y consumir libremente cannabis, causando disturbios en las calles y malestar entre los vecinos de los famosos bares. Solo los residentes legales en el Reino de los Países Bajos podrán sacarse el carnet, el Wietpas.
Unos aplauden la medida porque podrán controlar y ubicar a los consumidores, mientras que otros se oponen como el alcalde de Amsterdam, Eberhard van der Laan, quien dice que la nueva legislación traerá consigo un aumento de vendedores ambulantes ilegales para satisfacer el mercado negro de la marihuana y el hachís, algo que ve un paso hacia atrás, después de 35 años de tolerancia hacia las drogas blandas. Además, los dueños de coffeeshops han afirmado tajantemente que es una discriminación marginar solo al turista, cuando Holanda es mundialmente célebre por sus famosos Coffeeshops.
La medida entró en vigor en el sur del país, especialmente en la provincia de Limburg, el pasado 1 de mayo del corriente año y el año que viene en el resto del país. Los consumidores tendrán que aportar datos privados, número de la seguridad social para poder comprar la hierba de bajo grado, detalle que ven una completa idiotez algunos dueños de coffeeshops, que son conscientes que la creación de las famosas cafeterías era para separar los mercados y el consumo de las drogas blandas de las drogas duras. En pocas palabras, el objetivo de los coffeeshops es evitar que el consumidor de drogas blandas entre en contacto con los ambientes donde se consume drogas duras.
Con la medida, los coffeeshops se convertirán en clubes privados de la marihuana, con un máximo de 2.000 miembros por cafetería, mientras que en la actualidad la afluencia semanal de turistas podría superar la cifra de 25.000, en su mayoría de los países vecinos. Los ilegales no se atreverán a entrar para no ser registrados y los consumidores ocasionales no la probarán en ese entorno tan protector, se quejan los holandeses dueños de los negocios.
Hasta la fecha, el carnet de la hierba solo ha traído problemas, múltiples denuncias telefónicas (anónimas) por la profileración de narcotraficantes en las calles y de "camellos" en residencias privadas. Detenciones y delitos relacionados a las drogas.
Otro escenario que se presentará es que los turistas le pedirán a los holandeses que porten el Wietpas que le compre la hierba o simplemente de decantarán por buscar a los traficantes ilegales que estarán al acecho para satisfacer la demanda.
Cabe destacar que el consumo de estupefacientes en Holanda es inferior al resto de los países de la UE. Según el Observatorio Europeo de las Drogas y la Toxicomanía, con sede en Lisboa, Dinamarca es el país que más consume drogas blandas en el Viejo Continente, seguido de España, Inglaterra y muy cerca Francia, Italia, Irlanda.
Las drogas blandas son las sustancias derivadas de plantas: cáñamos, marihuana y hachís, mientras que las duras son la heroína, cocaína y las llamadas drogas de diseño (alucinógenos, anfetaminas, mescalinas, derivados de la piperazina, opiodes, estimulantes, sedantes, cannabinoides, droga disociativa, esteroides anabólicos, algunos fármacos contra la disfunción erectil, entáctogenos, etc.)
Holanda no ha legalizado las drogas blandas, solo ha tolerado su consumo en dósis no mayor de 5 gr,, ya que no es punible su consumo. La venta de drogas duras si es severamente castigado.
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