Los coletazos de la crisis

No me gusta hablar de temas tristes porque ya los medios de comunicación inundan a la masa diariamente con malas noticias, de paso algunas súper amarillistas. Pero hoy al pasar por el glamuroso Paseo de Gracia me encontré con una escena dolorosa que me puso a reflexionar sobre los coletazos de la crisis económica que arropa a España.

Me encontré al señor José Luis Burgos, un discapacitado con poliomelitis que hoy cumple 17 días en huelga de hambre a las afueras de una sucursal del banco donde contrató su hipoteca en el 2003. Los curiosos como yo nos acercamos a leer lo que decía su pancarta y a escarbar más detalles de su caso.

Al parecer el seguro que contrató en caso de invalidez no le respondió y al dejar su trabajo por una lesión grave en su columna que le dejo en silla de ruedas le generó no poder seguir pagando la letra de la hipoteca de su piso (vivienda en Balsareny-Barcelona). Desde entonces empezó a recibir notificaciones de impago, las notificaciones sobre el embargo y finalmente el 15 de diciembre iba a ser subastada su vivienda. Como Burgos hay muchos españoles en esa triste situación.

Anoche, casualmente vi en TVE en el programa Comando Actualidad, la realidad de la búrbuja inmobiliaria y los 100.000 pisos vacios que fueron embargados por los bancos a sus "dueños". Muchos van a subastas como suculentas ofertas para que se vendan rápido. Una sola Caja (Unnim) tiene en su poder 1.700 pisos solamente en Catalúña. Hay otro millón de viviendas sin estrenar que no se han vendido. Y también mostraron la otra cara de la moneda, donde personas adineradas encargan a los constructores mansiones que pagan en metálico y que se pueden llegar a gastar hasta 5 millones de euros.

Total, los cuidadanos de a pie que aspiren comprarse una vivienda deben estudiarse con lupa palabras como el euribor, hipoteca, carencia, intereses, embargo, etc. y todas las ordenanzas urbanas y la constitución si es necesario para saber de "p" a "pa" los deberes y derechos. Ahh y leerse las noticas microscópicas de los contratos de compra-venta y todo papelito que nos comprometa antes de firmarlo. Y si no se entiende buscarse abogados, gestores, amigos de confianza que tengan experiencia, lo que sea necesario antes de actuar para no ponerse la "soga al cuello".

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A la intemperie se mantiene en su posición