Les confieso con absoluta honestidad que los 25 años de diferencia que le lleva Brigitte Trougneux (63) al nuevo presidente de Francia, Emmanuel Macron (39) no me sorprende y en menos en territorio galo.
Si a madame Brigitte y a monsieur Emmanuel aman esa ecuación en su relación, fabuloso. Lucen pletóricos y compenetrados, llevan casados desde 2007 y juntos desde que el joven estaba en el instituto y ella era su maestra. Quizá sea una historia de amor hecha a medida para un fin.
En pleno siglo XXI, a la masa todavía le cuesta entender que estas parejas estables existan más allá de un calentón o una agenda secreta de los poderosos del mundo. A la ex maestra y ahora primera dama de Francia, le han dicho desde el domingo para acá, cougar, asaltacunas, vieja, seductora, etc, convirtiéndose ella en la protagonista por la historia inusual con Macron, más allá del triunfo del marido que gobernará en el Elíseo hasta el 2022.
Pienso que detrás de esos titulares amarillistas que vomitan detalles de la historia de amor de los Macron, está la hoja de vida del recién electo presidente: Un chico joven, apuesto que pertenece al Establisment de Francia, judío-francés filósofo de profesión, asesor financiero formado en el banco Rothschild & Cie., ex ministro de Economía de Hollande y millonario a los 34 años cuando se ganó una buena tajada 9 millones de euros por una operación donde estaban involucradas la Nestlé y la Pfizer.
Se declara socialista pero ha aclarado en la presentación de su programa electoral con su naciente partido En Marché! que no propone reformar Francia, sino transformarla con medidas neoliberales-conservadores moderadas: Quiere invertir 50.000 millones de euros en inversiones públicas, quiere ahorrarse el gasto público suprimiendo 120.000 puestos de funcionarios en el próximo quinquenio y prohibir a los diputados el nepotismo. Además quiere invertir en seguridad nacional, hacer hincapié en un estado laico, francés, sanear las cuentas públicas, responsabilizar a los particulares de casos de corrupción, relanzar el empleo con inversiones, flexibilizar el mercado de trabajo y reformar el sistema nacional de cotizaciones. Si quiere analizar su programa de gobierno (te los puedes descargar en PDF) pulse Aquí.
A la Trougneux, la vamos a ver hasta en la sopa, en las revistas del papel couché, en las RRSS. Su marido ha dicho que ella estará a su lado cumpliendo un papel más allá de primera dama, que le dará un cargo en su administración. Espero que no sea ella la mano que mesa la cuna y/o que él tenga el complejo de Edipo o que los dos sean miembros activos del club Bilderberg y de cara a la galería el "matrimonio feliz"
Macron no iba a hacer la excepción con una relación familiar tradicional. Su predecesor François Hollande tenía una relación tormentosa con su amante la actriz Juliet Gayet, mientras estaba casado con Valérie Trierweiler. Y Nicolás Sarkozy se casó en pleno mandato con la cantante Carla Bruni en el 2008.