Hace días atrás el diario ABC publicó en su sección Sociedad un nota titulada: Timo en Venecia: dos cafés y dos aguas por 43 euros.
Hay que decir que todo depende del cristal con qué se mire. Cuando te sientas en alguna terraza de las ciudades top-ten europeas, debes saber que hay que pagar por la experiencia más allá de lo que se consuma. El siguiente relato es de una pareja que no solo disfrutó sentarse en la plaza San Marcos, de Venecia, si no que repetería si se volvieran a dar las condiciones.
"No es un robo, no es una estafa, ya lo sabes si miras los precios antes de sentarte en las terrazas de los tres bares que tienen justamente las sillas de color amarillo (las que estuvimos mi esposa y yo según foto adjunta) otras verdes y otras rojo.
Por la tarde en una hora concreta, hasta que cierran si cuesta lo que yo pagué y muy a gusto que lo pagué, recuerdo 32 euros por una cerveza y un zumo de piña.- Pero ¿Por qué? de este presunto robo/abuso.- Os lo explico.- Por la mañana un café, una bebida cuesta 6 euros, lo mismo que frente a la Opéra Garnier de París, pero por la tarde se duplica casi todo porque habréis notado quién haya pasado por la Plaza San Marcos, cada bar tiene una Glorieta, que a partir de más o menos las siete de la tarde cuando ya se ha puesto el Sol en Verano y hasta entrada la noche. Recuerdo que estuvimos sentados en una silla amarilla, y pagué hasta con Visa, porque nunca había pagado tanto por dos bebidas, pero ¿Dónde está la gracia?, en qué cada Glorieta tiene 6 músicos, con 6 instrumentos (piano de cola incluido) y van tocando arias, música clásica, de cine, etc . . . y lo hacen escalonado por terrazas porque así no se molestan una a la otra y van descansando.
Esto lleva por mesa un incremento de unos 15 euros, es el pago a los artistas que lo haces al sentarte y tomar una simple bebida. Para mi esposa y para mi fue una experiencia memorable que atesoramos a día de hoy. Resulta que en una de las ocasiones en que estaban de asueto, me acerqué a uno de los músicos, un violinista creo que era, y chapurreando mi italiano de bolsillo le dije: ¿Opera? y señalando a los demás me indicaba que el Sábado, era Miércoles y yo le dije con mis gestos italiano-españoles, que justo mañana Jueves, regresábamos a casa. Él me hizo una señal con el hombro pero vi un poco de complicidad en su mirada con los otros 5 artistas.
Llegué a la mesa y a mi esposa le comento lo siguiente: "Bueno, el NO ya lo tenemos, a ver si HAY SORPRESA" Total que, a la media hora más o menos de esta conversación, mis oídos escuchan unas primeras notas ¡¡Va pensiero,sull'ali dorate" . . . " Y al girarnos al unísono mi esposa y yo, vimos como los 6 inclinaban sus cabezas hacía nuestras humildes personas.
Una ola de endorfinas nos invadió nuestra atmósfera y nos hizo sentir que acabábamos de abrazar al mismo Giuseppe Verdi con nuestro corazón, porque los Coros de su Opera Nabucco son de las sensaciones preferidas que mi persona ha sentido y escuchado en mi vida. La gente que pasaba se paraba detrás de la barandilla que separaba la Glorieta con el resto de la Plaza y llegué a contar casi 200 aplaudiendo al final de su interpretación, sellada y dedicada a la Familia Ferrer-Tasies de Sabadell, pues se saltaron el orden protocolario del Miércoles con una incisión sabática a la opéra, pues sabían de nuestra marcha en unas horas de la encantadora ciudad de los canales ¡¡Valió la pena¡¡ Fue como ir a escuchar un sexteto en vivo y en directo por 16 euros por persona en la misma Plaza San Marco, de Venecia por más de dos horas, y dedicándonos una canción para nosotros y que de regalo nos ofrecieron gratis dos bebidas en nuestra mesa por regalo de la casa. Bueno ¿Qué?, Visto desde este ángulo, fué muy ¡¡Barato¡¡ ¿no?"
Texto y fotos cortesía de Joan Ferrer Blanes, de Sabadell
prejubilado de la banca