Jorge Zorreguieta al lado de su consuegra la Reina Beatrix el día del bautizo de Amalia
Jorge Zorreguieta Stefanini, padre de Máxima, la príncesa de Orange, sigue siendo una persona non grata en la esfera política de los Países Bajos. Lo fue y lo sigue siendo cuando es recordado constantemente por su pasado político en Argentina.
Esta semana, el parlamento holandés sugirió que él no estuviera presente el día de la coronación de su yerno el príncipe heredero Willem Alexander y su hija, como tampoco lo estuvo en la boda el 2 de febrero de 2002, por haber sido secretario de cultura, agricultura y pesca durante la junta militar de Videla, en Argentina, un pasado que le ha pasado factura.
No hay fecha de la coronación de los príncipes de Orange, ni la Reina Beatrix piensa abdicar aun y ya se está vetando la presencia del padre de la príncesa Máxima en el que será uno de los días más importantes de su vida cuando éstos suban al trono.
Debe ser duro para un padre latinoaméricano no asistir a la boda de su hija y tampoco a su coronación como reina consorte de un país europeo. También debe ser muy doloroso para la hija, que no tiene la culpa de que su padre haya sido político de una junta militar argentina que ha herido suceptibilidades fuera y dentro de dicho país sureño.
A Zorreguieta se le negó la asistencia al casamiento de la hija, por respeto al pueblo holandés según declaró en su momento el primer ministro Wim Kok. Las decenas de desapariciones forzadas, torturas, crímenes y demás violaciones a los derechos humanos durante la junta militar que gobernó Argentina entre 1976 y 1983 es un tema susceptible para los holandeses y según la opinión pública del país, Zorreguieta ha debido ser cómplice de lo que allí ocurría al participar en ese gobierno cívico militar de entonces, donde fue miembro activo y con el que se identificó.
Sin embargo, al ex minitro argentino nunca se le ha podido comprobar su vinculación a desaparaciones de personas ni se le ha podido adjudicar "muertos en su conciencia". Tiene denuncias interpuestas en Holanda para que sea juzgado en el país donde su hija es príncesa. ¡Vaya bofetada!.
Cabe destacar que en el 2002, Kok, reiteró que Zorreguieta no es que era una persona non grata en Holanda, pero por la controversia de conocer su pasado politico y la conmoción que causó el anuncio del noviazgo de los príncipes, era mejor que no asistiera ni a la ceremonia civil y religiosa de su hija. Que el señor supuestamente podría permanecer en el país, pero no estar en la boda y menos llevar al altar a Máxima.
Diez años después, todo el mundo sabe en Holanda que los padres de Máxima visitan constantemente el país por sus lazos familiares, es especial para compartir con su hija y cuidar a sus nietas las princesas Catharina Amalia, Alexia y Ariana.
Los abuelos maternos de las princesitas han acudido a los bautizos de sus nietas, a las fiestas familiares, pero que no lo sigan haciendo en las fiestas oficiales por expreso deseo de los activistas de los derechos humanos y familiares de las víctimas de esa dictadura sangrienta.
Para Máxima quien ya tiene 10 años viviendo en Holanda como príncesa consorte, donde ya ha hechado raíces, donde tiene su hogar en Wassenaar con sus tres princesitas y su marido, debe ser un gran dolor de cabeza que su padre siga siendo nombrado en la agenda política holandesa. Ella es una mujer que ha conquitado el corazón de media Holanda. De hecho, es uno de los miembros más popular de la Casa Real de Orange. Es jovial, inteligente, moderna, cercana, carismática, siempre relajada con una sonrisa para todos.
El día que su marido el príncipe de Orange, Willem Alexander, sea coronado Rey Willem IV (Guillermo) de los Países Bajos, será el primer monarca varón de dicho país desde 1890, tras la muerte en 1884 del príncipe Alejandro, hijo del Rey Willem III.
Allá han mandado las mujeres en el siglo pasado y en la actualidad. La princesa Catharina Amalia, de 7 años es la heredera al trono una vez su padre sea el Rey, por cierto la nieta de Jorge Zorreguieta.
Al parecer para los políticos holandeses que el futuro rey tenga un suegro con un pasado oscuro es un punto que no favorece al prestigio de la monarquía. Amanecerá y veremos: