Lo que ha pasado en Japón el 11 de marzo es inédito en el mundo. Que haya una conjunción de un terremoto de 9 grados, con un maremoto y la activación de un volcán en la región de Tohuko parece un episodio apocalíptico. Al pánico de un desastre nuclear y las sucesivas réplicas (125) no dan tregua a las autoridades niponas para calmar ya a su sumisa población.
Y cuando utilizo la palabra sumisa es porque nosotros los occidentales tenemos esa imagen de nuestros hermanos japoneses y es que ellos por estar ubicados en el cinturón de fuego del pacífico, están educados para soportar catástrofes naturales, para no quejarse y eso es precisamente lo que impresiona de las imágenes extremecedoras que podemos ver y comentar. Los supervivientes buscan a sus seres queridos entre escombros con una actitud positiva en medio del llanto, al decir que de esto saldrán adelante.
Japón es la tercera potencia mundial, un país economicamente fuerte, avanzado y potente. Educa a sus niños desde la escuela para enfrentarse a la catástrofe, sus edificaciones están construídas para soportar terremotos, hay cámaras de vídeo por doquier. Dígamos que están acostumbrados a movimientos telúricos, pero lo del 11M, ha sido bestial. Van confirmados 2400 muertos y 3100 desaparecidos, aunque el gobierno espera que la cifra de fallecidos llegue a 10.000.
Por ahora no pueden preocuparse por la recuperación del este de Sendai, el miedo a la fuga radioactiva es inminente y eso me pone triste, de solo pensar en las madres con bebés, embarazadas, ancianos y niños. Ya ha sido evacuada toda la población superviviente y los 800 ingenieros que trabajaban en la nave central de Fukushima, mientras que la agencia nuclear japonesa pide ayuda urgente a la ONU y a EEUU. Aspiremos que se puedan controlar los reactores nucleares con la ayuda divina.
Mucho ánimo a este pueblo digno de admiración, ejemplo de coraje, disciplina y organización. Tienen a su favor un gobierno que sabe lo que tiene que hacer sin improvisaciones de por medio. Solo imploro al cielo que pronto se recuperen de este revés.
El resto del mundo debe mirarse en ese espejo, el año pasado fue Haití, hoy es el país del Sol Naciente, mañana solo el Creador lo sabe. Debemos estar fisica, mental y espiritualmente preparados para una potencial catástrofe donde vivamos. ¿Tienes agua y comida perecedera en casa?, ¿Tienes maletín de primeros auxilios y equipaje de supervivencia a la mano?. Te has preguntado como enfrentarías emocionalmente una hecatombe?.
Lo primero de que debemos hacer es reconciliarnos con nuestra conciencia ecológica, es cierto que necesitamos la electricidad para vivir, pero ahorremos todo lo que podamos con sentido común., igual haremos con el agua potable. No uses bolsas plásticas, sustituyelas por las reutilizables, no botes el aceite de cocina en los sumideros, es más no comas tantas frituras que además hacen daño al organismo, apesta la grasa quemada. Recicla la basura y enseñale a tus hijos la importancia de cuidar el planeta.
Mis oraciones están con Japón, Pido Protección Divina para ellos. Y finalmente Buscad más a Dios, para que nos libre del mal. Les recomiendo echarle una ojeada a la Biblia sobre las Señales del Fin: Mateo 23:3-28; Lucas 24: 7-14; 17:22-24 Esto nos preparará espiritualmente.
A la humanidad y a nuestro planeta le hace falta más que nunca la armonía de la música.