El recién casado semental Alberto de Mónaco

                                          Con su amante Nicole Coste, la madre de su hijo Alexandre

De gay nada, el macho man Alberto de Mónaco se ha propuesto deliberademente a regar hijos por el mundo o está peleado con los condones. Tras su boda con la sudafricana Charlen Wittstock, se enfrenta a dos demandas de paternidad. Las malas lenguas dicen que de tres niños, pero AFP informó que eran dos, un bebé de 18 meses con una italiana y otro de tres años con la madre togolesa de su hijo Alexandre, Nicole Coste.

Ahora ya sabemos los motivos por los cuales la ex nadadora sudafricana se convirtió en la novia principezca con el rostro más triste durante su enlace con Alberto II el pasado 2 de julio. Ella ha obligado al príncipe a hacerse las dos pruebas de ADN para descartar esos presuntos nuevos hijos ilegitimos y tranquilizar así su cabeza que por estos días debe parecerse a una "olla de presión".

La noticia filtrada por un empleado del palacio monegasco, fue publicada la pasada semana por el Daily Mail, confirmando así el rumor que el Telegraph publicó semanas pasadas cuando anunció que Charlene si estuvo a punto de salir huyendo (al menos tres veces) muy enojada del principado. Según Le Journal du Dimanche, ella dió el "si quiero" porque llegó a un acuerdo marital poco romántico para aguantar, quedarse y convertirse en la primera dama de Mónaco. La humillación pública a Charlene por las canitas al aire de su ya marido debe costar mucho dinero, mientras tanto en el palacio hacen apuestas por ver si la novia vuelve o se queda en su país de origen, donde están por estos días en su ajetreada luna de "miel" donde duermen en camas separadas.

Ahora si no me cabe la menor duda que está boda es de "conveniencia" 100 % en el seno de los Grimaldi. No me cabe en la cabeza que el día de su boda, Charlene lo que transmitía era apatía, tristeza y estrés en medio del glamour de su boda en Montecarlo que ha costado 32 millones de dólares. Supuestamente, la rubia firmó un contrato prenupcial que rezaba que debía mantenerse al lado de Alberto durante 5 años y darle un heredero, antes de pedir el divorcio.

Alberto tiene dos hijos reconocidos que no pueden herederar los derechos de sucesión de su padre, por órdenes expresas del difunto Rainiero. Una hija de 18 años, Jazmin Grace y un moreno de 6 años llamado Alexandre que vive en Mónaco con su madre togolesa, a quien el principe conoció en un vuelo de Air France, cuando ella trabajaba de azafata de vuelo y con la cual tuvo un largo romance que duró cinco años.

La prensa del cuore ha especulado hasta el cansancio que el soberano de Mónaco es homosexual, otros afirman que es bisexual. Su orientación sexual siempre ha despertado el morbo, pese a la fama de playboy de la realeza europea. Lo que si nos queda claro que es promiscuo y de confirmarse positivo los test de paternidad se convierte en un padrazo de familia numerosa con varias mujeres. Esperaremos a ver cuantos hijos le da Charlene, que si serán los sucesores legales de Mónaco.  

¿Cual será el precio para que Charlene se haya quedado y haya aguantado las infidelidades de su marido?. Con la autonomía de las mujeres en la sociedad en pleno siglo XXI, la sudafricana no se atrevió a dejar plantado a su amado en el altar, al anular la boda. Muchos hablan de que todo el drama no es más que una clásica campaña de marketing para el beneficio económico del principado. Los escándalos, engaños, infidelidades y las tragedias son parte de la familia Grimaldi, quienes viven en un país de apenas 2 kilometros cuadrados situado en la riviera Francesa.